Los Maestros Titiriteros del Siglo XX en América
Estados Unidos, México y Argentina son los países del continente americano en que mayor desarrollo ha alcanzado el teatro de muñecos, lo cual coincide con el trabajo en estas tierras de varios Maestros Titiriteros. Uno de los pioneros y mayores impulsores de este arte en los Estados Unidos fue Tony Sarg. Nacido en Guatemala en 1880, estudió en Alemania y trabajó como ilustrador en Inglaterra. Allí vio con frecuencia los shows de Holden y los consideró ingeniosos, pero poco artísticos.
A partir de su llegada a los Estados Unidos en 1915, Sarg comenzó a dar espectáculos para los amigos, y después de la Primera Guerra Mundial se hizo profesional. Formó una compañía de marionetas itinerante que se caracterizaba por la profesionalidad de sus obras, basadas en historias admiradas por el público, como "Alí Babá y los Cuarenta Ladrones", "La Isla del Tesoro", "Alicia en el País de las Maravillas", "Robin Hood" y "Rip Van Winkle", entre otras, que fueron convertidas en espectáculos de marionetas por la compañía. El trabajo de Sarg atrajo a muchos jóvenes interesados, tales como Bil Baird, Rufus y Margo Rose o Donald Cordry, quienes mas tarde se convertirían en importantes figuras del teatro de muñecos norteamericano.
También Sarg tomó parte en grandes espectáculos con fines propagandísticos o comerciales, y para ellos inventó los grnades monstruos animados y rellenos de gas que conducía por entre las calles de Nueva York. Bil Baird recuerda un dragón de ciento veinticinco pies de largo con dos secciones para la cabeza y el cuerpo, y veinticinco esferas para la cola, que ondulaba a diez o quince pies del suelo sostenido por cuerdas desde abajo por unos quince operadores, Tony Sarg murió en 1942.
Otro titiritero innovador de los años veinte y treinta fue Remo Bufano, nacido en Nueva York y de escendencia italiana. Bufano comenzó empleando pequeños títeres de guante, pero alcanzó su característica propia mediante la construcción de enormes marionetas que doblaban la estatura de un hombre. Fueron célebres las que construyó en 1931 para la puesta en escena de Edipo Rey, con música de Stravinsky.
Otro titiritero importante de los Estados Unidos fue Bil Baird, nacido en Nueva York en 1904 y fallecido en 1984 después de mas de cincuenta años ejerciendo la profesion, A lo largo de su carrera, Bil Baird experimentó con todas las técnicas de manipulación, trabajó en teatros, clubes nocturnos, en el cine y en la televisión. Hizo giras con su grupo por la India, la Unión Soviética, Afganistán y Nepal, entre otros países (...) Bil Baird fue también autor del libro The Art ofthe Puppet (El Arte del Títere), bien conocido en el mundo de la profesión.
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Un titiritero importante, no solo por su trabajo artístico, sino también por su labor promotora, es el mexicano Roberto Lago, quien ha contribuído sobre todo a conferir nacional al muñeco de guante o Guignol, introducido en México por los franceses en fecha tan tardía como 1864. Lago participó en la fundación de los grupos Rin Rin y Comino en 1934, y a partir de 1939 dirigió el guiñol El Náhual (...)
El pionero de los titiriteros argentinos fue Javier Villafañe (1909-1996), iniciado en el oficio desde muy joven, cuando salió a recorrer los caminos de su país con su carreta La Andariega, dando funciones en calles y escuelas (...) Villafañe llegó con sus muñecos a los más apartados rincones del mundo y publicó numerosos libros de piezas, cuentos y poemas, así como artículos sobre la especialidad. Muchos titiriteros nacieron al verlo actuar, prueba de ello es que buena parte de sus discípulos se han convertido en importantes figuras del teatro de muñecos argentino.
Las piezas de Javier Villafañe, representadas en todo el continente, se han convertido en clásicos del género. Una de ellas, La Calle de los Fantasmas, ha hecho vivir para siempre a los personajes de Juancito y María, títeres de guante incorporados ya a la tradición latinoamericana.
Otra importante creadora argentina fue Mane Bernardo. Su trabajo se apartaba un tanto de la línea popular y experimentó con la introducción de actores, mímica, ballet y la técnica cinematográfica de sus espectáculos. A partir de 1947 unió su carrera artística a la de Sarah Bianchi, y escribió libros y numerosos artículos sobre el teatro de títeres, así como insertó su trabajo en el ámbito educacional. De entre los títulos publicados por Mane Bernardo pueden citarse: Títere: magia del teatro y Del escenario del teatro al muñeco actor. Mane Bernardo falleció en 1992.
Una pareja de hermanos, Héctor y Eduardo Di Mauro, viene desarrollando desde hace más de cuarenta años una amplia labor titiritera que ha traspasado las fronteras de Argentina. A finales de 1942 los Di Mauro crearon su primer conjunto, aún de aficionados, y en 1950 fundaron La Pareja, ya de carácter profesional. A partir de 1955 La Pareja realizó giras nacionales y a otros países como Chile y Uruguay, hasta que en 1959 se dividió en dos grupos independientes. Por el camino, los Di Mauro ha hecho además una amplia labor de difusión publicando artículos, ofreciendo cursos para educadores, asesorando grupos, organizando festivales y encuentros y escribiendo piezas de títeres destinadas al público infantil y adulto.
En 1976 Eduardo Di Mauro marchó a Venezuela a consecuencia de la dictadura militar que sufría su país. Allí fundó en 1978 un primer grupo, el Teatro Barinés de Muñecos, y en 1980 el teatro TEMPO, una experiencia excepcional que funciona en la ciudad de Guanare, Estado de Portuguesa.
Otro grande del teatro de títeres argentino lo fue Juan Enrique Acuña. Nacido en 1915 y relacionado desde muy joven con la literatura, el periodismo y el teatro de actores, fundó en 1944 su primer grupo de teatro de muñecos. Su labor se complementaba en esos años con la realización de cursos y talleres. Entre 1961 y 1963 recibió clases de perfeccionamiento en diversas pareas de la especialidad en la Universidad Carolina de Praga. Al regresar a Argentina fundó el Moderno Teatro de Muñecos de ese país.
A partir de 1968 se instaló en Costa Rica y creó allí otro Moderno Teatro de Muñecos que resultó ser una brillante experiencia titiritera. Aparte de labor docente en la Escuela de Artes Dramáticas de la Universidad de Costa Rica y de la publicación de innumerables artículos, Acuña escribió los libros El Teatro de Títeres (traducido al checo) y Aproximaciones al Arte de los Títeres, con ediciones en Argentina y Cuba. Fue también un prolífico dramaturgo, y dos de sus personajes, Perurimá y el Payaso Pintatuto, han resultado populares y bien conocidos entre los niños latinoamericanos. Este gran artista argentino falleció en su país natal en 1988.
Discípulo de Javier Villafañe desde los diecisiete años, el también argentino Ariel Bufano, nacido en 1931, comenzó su trabajo profesional en 1957 presentando dos obras de su maestro y una propia. En 1950 fundó el Teatro Rodante de Marionetas junto a dranaturgo Sergio De Secco. Con ese grupo montó dos obras, Romeo y Julieta, de William Shakespeare -completa y sin adaptación- y !Abajo Pulichinella¡, de De Cecco. Ambos espectáculos fueron realizados con muñecos de más de un metro de altura y recorrieron Buenos Aires durante tres temporadas en funciones al aire.
A partir de 1976, Ariel Bufano se desempeñó como profesor del Instituto Vocacional de Arte, y en 1977 asumió la dirección del Grupo de Titiriteros del Teatro Municipal General San Martín, una importante institución cultural. El maestro Bufano falleció en 1992.
De Europa a América, con las mas variadas técnicas y aportes, hablando en lenguas diferentes, pero siempre con el objetivo de elevar al nivel más alto su noble arte, esta constelación de Maestros contemporáneos ha sentado las bases para que hoy día el teatro de títeres mundial no sea más un arte menospreciado y menor, sino una manifestación artística digna y respetable que se inserta por derecho propio en el vasto panorama teatral del siglo XX.
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