martes, 9 de julio de 2013

HOLA¡¡¡ queremos compartir con ustedes un bello manifiesto sobre el títere, narrado con motivo de la campaña Pro Declaración del Títere como Patrimonio Cultural de la Humanidad adelantada por titiriteros de Latinoamérica. El texto es extraído de la persistente e internacional revista especializada en títeres FARDOM.


Desde antes, -mucho antes- el títere ya estaba. Incluso antes de él mismo y del teatro... el títere estaba.
Escondido entre la materia y la idea ya existía. Era el objeto que se movía y hablaba. La cosa que expresaba.  Y aún antes que se moviera, que hablara, que se expresara. El títere esperaba.

Pasaron muchas presentaciones para que fuera títere, muchas actuaciones para que le llamaran teatro. Incluso se dejó mover por hombres y mujeres antes que fueran titiriteros... titiriteras.

Porque se inventó solo. Porque se recrea constantemente en tiempos y lugares. Porque se transmuta y transfigura, se transforma y se conserva siemrpe en el mismo. Porque salta del sueño de un creadora todo un  pueblo y del sueño colectivo del pueblo a la región. se repite con otro nombre, con otro vestuario y en otra metáfora. Hasta su sombra es la misma. Y también es su luz. Representa del hombre y dela mujer lo mejor y lo peor.

Se convierte en demonio y en Dios, en el odio y en el amor. Ayer fue policía y mañana será ladrón. Puede ser Monsieur Guiñol, Punch, Judy, al risa, Cristobita, el llanto, Karagoz, la lujuria, Petruska, pero sigue siendo el mismo, el primero, el único... uno sólo y un millón.
Capaz de contar todas la historias imaginadas por imaginar. Porque es el títere la expresión popular que se mantiene y mantendrá.

Porque es parte del ser humano; hombres, mujeres, jóvenes, niños, niñas de todos los pueblos. Porque nos permite crear, expresar, comunicar y maravillar. Es el títere patrimonio cultural de la humanidad.

Para mayor información y tener algo que fisgonear:
 titerepatrimonial@gmail.com
elfardom@yahoo.com.ar
www.fardom.blogspot.com Coordinación general revista FARDOM: Guillermo Bernasconi. 

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